‘Detente instante’ fue el título que acompañó la exposición sobre una posible historia de la fotografía en la Fundación Juan March. Las palabras son del Fausto de Goethe, en el momento en el que decide entregarse a los placeres absolutos.
Todo tipo de arte es un afán desesperado por detener ese instante de éxtasis, y la fotografía es quizás la que más consigue acercarse a ese intento fallido por arrestar el tiempo. No lo logra del todo: el arte es artificio y mentira, una construcción a posteriori de algo que fue.
Sin embargo, las mejores fotografías así como los mejores personajes literarios son aquellos que reivindican con más vehemencia su derecho a existir, a estar. Lloramos con Sancho por la muerte del Quijote, pero el llanto no es amargo. Necesitamos que el caballero de la triste figura vuelva a ser un hombre común, de carne y hueso.
La librería La Hora Azul anhela dar voz y cuerpo a todos los artistas que, a través de su obra, supieron entrever un destello de belleza ahí donde lo cotidiano tiende a ocultarlo.
Sofia Chiabolotti estudió literaturas extranjeras en Perugia, con una tesis sobre la poesía barroca y religiosa del siglo XVI en Francia. Cursó el máster de literatura hispanoamericana en la UCM de Madrid, especializándose en la literatura cubana del exilio.
Más tarde decidió estudiar periodismo y relaciones internacionales, enfocando su trabajo en la crisis del bipartidismo en Venezuela a finales de los años 80.
Escribió en varios medios, entre ellos, en el periódico Público.es y en la revista cultural Fronterad de Alfonso Armada, quien desde el principio ha contribuido a inspirar el proyecto de La Hora Azul. Contra viento y marea.